Journey of a Braid Logotype

Trenza tus tristezas / Trenza tus tristezas.

Por Danié Gómez-Ortigoza

5 de mayo de 2017

Cuando se sienta triste, trenza su cabello. Mientras lo hace, el dolor queda atrapado entre sus hilos, evitando que llegue a su cuerpo. Luego, espera a que el viento sople fuerte y corre. Te quitará toda tu tristeza. Si. Siempre que estés triste, solo trenza tu cabello ...

¿Has notado cómo la vida te deja pistas codificadas? ¿Cómo encuentras las palabras que te faltaban en los demás y solo puedes entender tus pensamientos a través de sus voces? ¿Has notado lo profundamente que estamos conectados y cómo no sucede nada por error? Esta mañana, mientras trabajaba en un proyecto para una revista con dos fuerzas creativas, Cami Straschnoy y Ale Cerutti, me acordé de este dicho de las abuelas.

Hago. Trenzo mi tristeza todas las mañanas. Mis conversaciones con el espejo nunca son fáciles. La trenza lleva mi cultura, mi pasado, mis secretos, mi nostalgia. Y ese nudo final, que es mi manifiesto feminista, y un recordatorio de cómo cada día necesito ayudar a otra mujer a brillar, representa mi esperanza para el mundo en el que vivimos. Hoy trenzo mi tristeza por ti, Venezuela. Y deseo de todo corazón que tu gente, que es mi gente, encuentre la libertad y la paz en este momento de dificultades. Y espero que mientras corro, soltando esas trenzas, se propague una chispa de esperanza y finalmente se escuche tu voz.

Trenza tus tristezas

Cuando te sientas triste, trenza tu cabello. En la medida que lo vas haciendo, el dolor queda atrapado en las mechas, previniendo que llegue a tu cuerpo. Entonces espera que el viento sople fuerte y corre. Se lleva tu tristeza. Si siempre que te encuentres triste, trenza tu cabello…

 ¿Te das cuenta como la vida te deja pistas en clave? ¿Como encuentras las palabras que te hacían falta en otros, y que solo logras entender tus pensamientos a través de sus voces? ¿Has notado que profundamente estamos conectados y como nada pasa por error?
Esta mañana mientras estaba trabajando en un proyecto para una revista con dos fuerzas creativas, Cami Straschnoy y Ale Cerruti me recordaron este dicho de las abuelas.

Lo hago. Yo trenzo mi tristeza cada mañana. Mis conversaciones con el espejo no son fáciles. La trenza lleva consigo mi cultura, mi pasado, mis secretos, mi nostalgia. Y ese último nudo que es mi manifiesto feminista y un recordatorio de cómo cada día debo ayudar a otra mujer a brillar. Representa mi esperanza para el mundo en que vivimos.
El día de hoy trenzo mi tristeza por ti Venezuela. Y deseo de todo corazón que tu gente que es mi gente, encuentra libertad y paz a lo largo de estos momentos difíciles. Y confío en que mientras corro dejando sueltas las trenzas, una chispa de esperanza se riegue y tu voz sea finalmente escuchada.

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