Ok, sé que se podría argumentar que eso tenía un lado negativo, pero en ese momento de mi vida me hizo sentir menos solo. Estaba seguro de que el día en que me hiciera adulta, haría de los autos bicicleta una cosa (los autos reales parecían tan aburridos), e invitaría a la mayor cantidad posible de personas de la calle a vivir en mi casa, porque había suficiente espacio para muchos de ellos. esas niñas y familias que pasaban sus días mendigando frente a los escaparates brillantes en los que compraba.
En ese momento el café y el alcohol eran amargos y poco atractivos, mientras que chocolates y dulces eran todo lo que quería. Caí en la trampa de crecer, y probablemente fue el dolor lo que hizo que mi aprecio por los sabores amargos empezara a notar y me hiciera ignorar la dulzura de las cosas que solía amar.

¿Cuándo entra la madurez y por qué tiene una forma de alejarnos de la vulnerabilidad?
Hoy paso demasiado tiempo en mi coche y no renunciaría al aire acondicionado por nada del mundo. Mi casa es mi templo y solo pueden entrar mis amigos más cercanos y mi familia. Soy el guardián de las esperanzas y los sueños de mis hijos mostrándoles la belleza del mundo, pero a menudo tengo problemas para explicarles su dinámica e injusticia.
Todos comenzamos llenos de esperanza y, finalmente, nos encontramos llenos de miedo, pero a menudo creo que la visión que solía tener de la humanidad era mejor que la que tengo ahora.
Recuerdo cómo me sentí en septiembre de 2017 después de pasar por Irma y el terremoto de México. La vulnerabilidad me convirtió en una mejor persona, pero también fue una etapa muy difícil en mi vida. He estado leyendo 'Becoming Wise' de Krista Tippet, y esta cita realmente me resonó:
'Estoy esperando el momento en que el mundo se vuelva demasiado vulnerable y diga, todos tenemos que parar. Todos tenemos que compartir. Tenemos que asegurarnos de que haya suficiente comida para todos. Podemos enseñarle a cada uno nuestro camino, podemos compartir nuestros sueños y esperanzas, pero no podemos matarnos unos a otros. Y no podemos despojar al mundo como lo estamos haciendo '.
Tiene que comenzar con la forma en que criamos a nuestros hijos. No podemos simplemente lanzarles una pantalla. Estoy tan sorprendido de ver a tantos niños pequeños en los restaurantes conectados a dibujos animados, sin participar en conversaciones. Necesitamos criar a nuestros hijos como seres humanos que se preocupan por el mundo, aunque afligido como está, son conscientes y participan en este diálogo.
Todavía no tengo respuestas, pero sé que cada respuesta comienza con una pregunta, y la vulnerabilidad es un elemento clave para el cambio que está disponible para todos nosotros en nuestras interacciones diarias con el mundo.

La mejor lección que he aprendido de entablar buenas conversaciones con grandes personas que tienen un gran impacto en el mundo es que, independientemente del estatus, el poder o el dinero, todos buscamos puntos de conexión y no hay conexión sin vulnerabilidad.
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