Journey of a Braid Logotype

La vida como piñata: una reflexión sobre la asimilación cultural

Por Danié Gómez-Ortigoza

7 de junio de 2017

Crecí en México, una ciudad ahogada por mitos, leyendas y fantasmas, celebrando la muerte con música y colores brillantes, y creyendo que los espíritus de los difuntos coexisten entre los vivos con su propio rol en la vida de quienes los aman. y no los dejaré ir. Asistía a misa y miraba las imágenes aterradoras de santos con miradas vacías y representaciones extremadamente sangrientas de Jesús (créanme: esas figuras solo pueden ser así de aterradoras en América Latina).

Es una ciudad de contrastes. Este mundo de colores y risas está incrustado en un escenario de extrema pobreza y corrupción con destellos de increíble lujo. 

Cuando te mudas a un nuevo país, tomas la decisión consciente de adaptarte a una nueva cultura, desde lo que comes hasta tu forma de hablar y todo lo demás. Sin embargo, hay un efecto secundario en este proceso de adaptación; cuando regresa al lugar donde creció, no es el mismo. Y eso nos muestra. 
A menudo también duele.

Aunque tu esencia permanece intacta, tus sentidos reaccionan de manera diferente. La comida no sabe igual, y ciertas cosas que consideraba normales, ya no tienen sentido, como darse cuenta de que la mayoría de los anuncios en todo el país están llenos de personas blancas de ojos azules que no podrían parecer más ajenas a nuestra sociedad. .

El juicio comienza con el conocimiento de la cultura recién adquirida. Incluso pasas por lo que yo llamo, el Síndrome del 'Conquistador', en el que erróneamente crees que sabes mejor, pero ¿quién eres realmente para tener una opinión, cuando has estado fuera de tu país durante tanto tiempo? 
A menudo me pierdo en la traducción y va más allá de la barrera del idioma. Me pregunto cuántas generaciones se necesitan para asimilarnos completamente a una nueva cultura ... o quizás no existe la asimilación, y todos pasamos por la vida viviendo nuestra visión muy estrecha del mundo, independientemente de la nacionalidad, sin entendernos realmente. Y eso puede ser divertido. 

Me considero una de estas piñatas. Llevo dentro de mí toda mi cultura, mis valores, mis leyendas y mi historia, pero también soy un reflejo de las diferentes culturas que forman parte de mí. 
Mira más de cerca ... ¿cuántos de los personajes de estas piñatas son mexicanos? Sin embargo, no hay nada más mexicano que las piñatas.
 
Nunca olvides quién eres y de dónde vienes. Es el recurso más valioso y el mensaje más importante que tienes que transmitir al mundo. 

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