Journey of a Braid Logotype

Sobre el Latin American Fashion Summit y reconfigurando nuestras mentes.

Por Danié Gómez-Ortigoza

15 de junio de 2020

Acabo de regresar del Latin American Fashion Summit. Ojalá supiera cuando era más joven, que las cumbres podían ser tan importantes. La trenza se inspiró como resultado del Foro de Mujeres para la Economía y la Sociedad en Francia, que tenía un formato similar a este. Esa fue la primera vez que me di cuenta del poder de asistir a las cumbres: trenzan a la gente.

Lo que hace especial la experiencia no es el contenido per se, aunque también es muy importante dado que determina el nivel de asistencia. El verdadero aprendizaje, y la razón por la que los libros o las grabaciones no pueden compensar la experiencia, es que aprendes más durante los frenos de café y las conversaciones durante largas cenas discutiendo lo que se ha dicho durante los paneles, o simplemente conectando situaciones comunes.

Lo que saco de este foro es que la industria de la moda en América Latina está creciendo a un ritmo tremendo, y que es provocada por algo mucho más relevante que los ingresos puros. Hay un aprecio real por el trabajo artesanal y volver a nuestra identidad con la menor huella posible.

Las sociedades contrastantes en las que vivimos han llevado a las empresas a asumir la responsabilidad de nuestras comunidades retribuyendo de diferentes maneras, y existe la necesidad de unir a los países latinoamericanos entendiendo lo que nos hace únicos y vinculando lo que nos hace diferentes, en un esfuerzo por ser reconocido internacionalmente.

Las conversaciones desatadas por las opiniones polarizadas de Carolina Herrera, el panel más esperado de la agenda y decepcionante para la mayoría de los asistentes, se convirtieron en el pegamento que nos hizo reflexionar sobre lo que defendemos y los valores culturales que rodean a la nueva generación de latinoamericanos. el mundo tratando de hacer una diferencia para los países que representamos, debemos recordar.

Para mí, la lección más importante fue darme cuenta durante mi participación como panelista durante un taller bajo el nombre 'Usando tu voz para el bien' con Patrick Duffy, Nina Farran, Marines Duarte y Marina Testino, que todos debemos dejar de querer más. Hemos aprendido que nuestras empresas deben crecer. Debemos producir más: hacernos más grandes; ¡mejor!

Sin embargo, este movimiento sostenible al que todos estamos tratando de lanzarnos no significa simplemente consumir menos, no comer animales y usar menos plástico. Significa, reconfigurar nuestros cerebros para dejar de desear tanto. Es un modo de vida.

La felicidad es mucho más simple de lo que nos enseñaron. Hagamos un favor a nosotros mismos y a nuestro planeta, y dejemos de intentar demostrar nuestro valor a través de las cosas.

Esta comprensión después de un 'momento aha' provocado por una pregunta durante nuestro panel, podría llevarme a un nuevo viaje. No estoy seguro de cómo podría cambiar mi vida dado que he estado tan cerca de una industria que se trata de consumo, pero creo que llegué a un límite.

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