Es extraño que tenga esta nostalgia por algo que ni siquiera he experimentado.
Sin embargo, no sé cuándo será la última despedida de un rostro familiar. A veces veo a aquellos que solían desencadenar un sentido de pertenencia en mí, convertirse en rostros vacíos o incluso en extraños, mientras pasamos tiempo juntos separándonos.
Pero sigo intentando detener el tiempo. Y vivo mi vida pensando que ahora voy a ver a más de los que amo, tratando de aferrarme a ellos, o el recuerdo de lo que alguna vez fue, o lo que pudo haber sido, con la esperanza de que el tiempo se ralentice.
Sin embargo, no lo hará.
Mi vida sigue pasando.
Quizás, más rápido que antes.
¿En qué momento decidimos que vivir separados era mejor que estar juntos? Probablemente en el mismo instante en que decidimos que el trabajo y los logros eran la prioridad.
No estar ocupados pareciera ser tan malo. Está bien visto, sin embargo, quedarnos fragmentados. Pero ¿los fragmentos se forman en la distancia, o en la vida misma? Es extraña esa nostalgia que tengo por algo que nunca tuve y que probablemente ni siquiera existe.
Sin embargo, nunca se cuándo es el último adiós o la despedida a una cara familiar. Cuantas veces he visto rostros que por una época eran constantes y me llenaban de paz, transformarse en el tiempo en caras vacías, y hasta desconocidas, al pasarla juntos creciendo separados.
Pero intento detener el tiempo. Y se me va la vida diciendo que ahora si nos vamos a ver más en la esperanza de que vaya tan solo un poco más lento.
Pero se nos pasa la vida.
Más rápido que antes, tal vez.
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